domingo, marzo 29, 2015

Definición de sostenibilidad

Aún sigue gustándome la definición de sostenibilidad que propuse en el 2009 para la plataforma de la definición de la palabra. Pero, a menudo, me pregunto cómo definir de una forma comprensible lo que es la sostenibilidad, a qué se dedica esta disciplina y ante todo aclarar lo que no es sostenible.

La deuda no es sostenible, una empresa no es sostenible, la economía no es sostenible. Utilicen viable, pagable, asumible, equilibrada. Pero en ningún caso un sistema de organización humana de forma aislada puede ser sostenible si no considera sus dependencias y sus intra e interdependencias.

Vamos a aclarar que es eso de las dependencias, inter e intradependencias. La especie humana forma parte del planeta Tierra y su existencia depende de unas condiciones muy precisas: una determinada atmósfera, disponibilidad de agua, tierra, etc. La Tierra funciona en un sistema de equilibrio inestable, un exceso de gases en algún punto planetario se compensa con otros procesos. Lo evidente es que hay excesos humanos que ponen en peligro la vida humana, por ejemplo los Gases de Efecto Invernadero.

Lo que quiero decir con esto, es que al planeta le importa muy poco la contaminación, el exceso de lo que el ser humano considera residuos, la extinción de determinadas especies o cualquier otra preocupación de lo que la especie catalogada por sí misma humana clasifica dentro del apartado ambiental o del ámbito ecologista. (Ver George Carlinen Save the Planet)

sábado, marzo 21, 2015

Tablets y SmartPhones para repetir pensamientos

Hombre encapsulado de Xio Ahumada
Tengo ganas de escribir un montón de cosas, pero la precariedad que las multinacionales y sus lacayos, los gobiernos, me proporcionan, consiguen entretenerme y casi consiguen hacer desfallecer mis fuerzas para expresar lo que vivo y pienso. Pero se equivocan de estrategia...

Quienes somos creativas y persistentes seguimos intentando encontrar un teclado que se adapte a la tablet, pero resulta que no, que los teclados con usb no funcionan, tiene que ser otra clavija, una micro usb...

Así que después de intentar reanimar sin éxito un par de portátiles y una torre de la casa en la que estoy acogida, me estoy rompiendo la espalda y la vista inclinada encima del aparatejo este.

Pensaréis que soy una pija o como dijo Wert en referencia a lxs hijxs de quienes no tienen ingresos y quieren estudiar, es porque no me quiero privar de otras cosas. Pues resulta que quiero compartir mis excedentes de conocimiento que tanto le hacen falta a quienes gobiernan, pero me tengo que mover para intentar conseguir ingresos y con una tablet, que es lo que me puedo permitir para desplazarme de un sitio a otro, la calidad de lo que quiero decir disminuye, pues no escribo cómodamente ni tengo una pantalla que me permita visualizar lo que escribo y volver a reescribir y releer lo escrito para niquelarlo un poco más.

He estado a punto de dejar para otro día lo de escribir y me he acordado de la brecha digital, de quienes no pueden ni siquiera leer ni compartir lo que viven. Me he acordado que si no se explican las alternativas y los pensamientos contrahegemónicos, la hegemonía excluyentde es la que prevalece. Si no se comparten la precariedades, se quedan en lo invisible, si no hay voces que se alcen para hacerlas visibles, salta el listo de turno y dice que hay brotes verdes, que el PIB repunta, esa medida inhumana que incrementa su valor cuando hay más ventas de medicamentos o cuando hay una guerra, y con esa conclusión se quedan los medios de comunicación que hacen de voceros a quienes dicen que mandan, pero que en realidad, son espantapájaros vacíos de contenido, esclavizadxs al servicio del capital.

viernes, marzo 13, 2015

Del trabajo invisible

Quien todavía dude sobre el trabajo invisibilizado y en el cual se sustenta el mercado, voy a escribir unas lineas inspiradas, hoy, en un texto que encontraréis aquí de Corina Rodríguez Enríquez. Además, hoy, voy a pensar con lógica de mercado con la que no soy afín, básicamente por la falta de perspectiva y creatividad de quienes la dirigen y obedecen.

En las normoestructuras familiares establecidas, es decir, dos personas adultas en pareja con descendencia y ascendencia a cargo, o no, conviviendo bajo un mismo techo; existen negociaciones en la división del trabajo y en el aporte monetario en el mismo. Sólo una porción de la fuerza de trabajo disponible se vende en el mercado. 

Traduzco para quienes crean que uso un vocabulario demasiado rocambolesco, aunque imprescindible para prestar atención a algunos matices: socialmente se entiende como normal una pareja que convive con personas dependientes; en ese hogar, se come, se duerme, se hace la compra, se escucha y se consuela, se juega, se administra el presupuesto familiar, se ayuda a hacer los deberes, se cambian pañales, se limpia y se vende la fuerza de trabajo a cambio de un trabajo remunerado; pero otra gran parte de la fuerza de trabajo, como hemos visto, no se vende; no se valora monetariamente.

miércoles, marzo 11, 2015

Sobre normativa del derecho a la vivienda

No sé como está el tema de la normativa en materia de vivienda en el resto del estado español, pero el Observatori de Drets Econòmics, Socials i Culturals (ODESC) hace algunos apuntes sobre un proyecto de Ley del Impuesto sobre Viviendas Vacías que me parece interesante traducir y compartir para quienes quieran saber más sobre el derecho a la vivienda:

La creciente presión ejercida por organizaciones, movimientos sociales y personas afectadas por la hipoteca para acabar con la lacra de gente sin vivienda y el aumento de viviendas vacías ha obligado al Govern de Catalunya ha reconocer esa problemática que pretende resolver con una ley de impuestos sobre viviendas vacías.

El ODESC valora positivamente que el artículo 5 de ese proyecto ley, relativo al sujeto pasivo del impuesto, se centre en personas jurídicas propietarias de viviendas vacías, es decir, fondos de especulación, empresas inmobiliarias y promotoras y no sólo entidades financieras.

lunes, marzo 09, 2015

Que comience a fermentar la ira

Mi hermano ha elegido un capítulo de la magnífica obra de John Steinbeck "Las uvas de la ira" y dice:

Está tan bien escrito y toca tantas fibras que da gusto reescribirlo. (Es sólo un capítuo y de los breves):

Capítulo XXI de "Las uvas de la ira" de John Steinbeck:

"Los que habían salido de sus tierras, los que andaban buscando trabajo, ahora eran emigrantes. Aquellas familias que habían vivido y muerto en cuarenta acres, que habían comido o sufrido hambre con el producto de cuarenta acres, tenían ahora todo el Oeste para vagar. Y andaban escabulléndose, buscando trabajo; y las carreteras fueron corrientes de seres errantes, y los márgenes de los caminos hileras de tiendas y chozas. Detrás de ellos iban llegando más. En el territorio central y del Sudeste había vivido una clase agraria que no había cambiado de sistema al compás de los adelantos industriales, que no había cultivado sus tierras con máquinas y que no conocía su fuerza ni el peligro que representaba en otras manos. Nos habían comprendido las paradojas de las industria. Sus sentidos podían entender todavía lo ridículo de la vida industrial. Y entonces, de improviso, las máquinas los desalojaron y los lanzaron a hormiguear por los caminos. El movimiento los transformó; las carreteras, los campamentos a lo largo de los caminos, el miedo del hambre y el hambre misma los trasformaron. Los niños sin pan los transformaron, la eterna mudanza de un sitio a otro los transformó, los soldó unos a otros, los unió..., es hostilidad que se manisfestaba en los pueblos en los que los ciudadanos se agrupaban y armaban como para repeler a un invasor..., escuadrones con mangos de azadas, empleados y pequeños comerciantes con rifles guardando el mundo contra su propia gente.

miércoles, marzo 04, 2015

La verdad sobre Venezuela: una rebelión de los ricos, no una 'campaña del terror'

Mark Weisbrot escribió un artículo en theguardian explicando lo que vió en Venezuela:

"La retórica de John Kerry está divorciada de la realidad sobre el terreno, donde la vida sigue - incluso en las barricadas.

(...) La vida cotidiana me pareció estar muy poco afectada por las protestas. (...) Caminando desde el barrio obrero de Sabana Grande al centro de la ciudad, no había ninguna señal de que Venezuela está en las garras de una 'crisis' que requiera la intervención de la Organización de Estados Americanos. (...) El metro también funcionó muy bien, aunque no pude bajar en la estación de Alta Mira, donde los rebeldes habían establecido su base de operaciones hasta su desalojo esta semana.

(...) El fin de semana, el Parque del Este estaba lleno de familias y corredores sudando en el calor de 90 grados - antes de Chávez, se tenía que pagar para entrar.

theguardian: Demonstrators hold cardboard posters showing images of those killed during anti-government protests inside Plaza Altamira in Caracas. Photograph: Marco Antonio Bello / Demotix / Corbis

Encuestas del Uso del Tiempo y Economía del Cuidado

El derecho al cuidado implica un “deber de cuidar” para toda la sociedad. La definición de lo que son los cuidados y de cómo deben organizarse está definida socialmente, impregnada de asunciones y de perpetuaciones de roles que conforman el imaginario colectivo. Los cambios sociales, etarios y económicos han conducido a nuestras sociedades a una crisis sistémica en la que ese imaginario colectivo ya no sirve y debe transformarse. Lo difícil es minimizar o ser conscientes de los sesgos que la praxis diaria y las políticas públicas puedan producir en las intervenciones de transformación. 

Para definir los escenarios actuales y los deseables se requieren datos. Entre las herramientas disponibles para esa recogida de datos existen las Encuestas del Uso del Tiempo (EUT). Estas permiten visualizar sistemáticamente las grandes diferencias entre la cantidad de tiempo que las mujeres dedican al trabajo de cuidados no remunerados en los hogares comparada a la dedicada por los varones. (Pérez-Orozco, 2014)