martes, octubre 29, 2013

Capa y pintura

Pasear por la calle es una constante fuente de interrogantes que me cuesta sintetizar y escribir sin perderme ninguna interesante.

Ayer, por ejemplo, vi a una señora o chica, no sé qué palabra debo utilizar. Iba con zapatos de aguja infinitos; pantalones ajustadísimos; chaqueta americana y pelo peinadísimo y lisísimo con un flequillo de muñeca.
 
Ella estaba esperando y como estaba en el campo de visión de mi destino, pude observarla detenidamente. Mi primera reflexión fue acerca de lo incomodísimos que eran esos zapatos, pero, claro, como estilizan tanto y te hacen ganar tantos centímetros, pues qué se le va a hacer... Lo siguiente fueron sus mechas californianas, esas que imitan las puntas requemadas de estar horas y horas en la playas y pensé en que las modas eran muy curiosas, ahora se imitaba el pelo requemado con un proceso químico que maltrata el pelo para requemarlo y luego darle alguna especie de barniz para que parezca estupendísimo. 
Continúa
 

Ni corta ni perezosa, le quité, imaginariamente, todo aquel arsenal de fachada que llevaba y, de repente, me hallé reflexionando en cuando yo me maquillaba y lo horrible que me veía sin maquillaje.

Si le quitara a esta persona todo el disfraz, ¿qué haría de su vida? Porque a las 7h30 de la mañana y así de peinada, maquillada y vestida, no sé a qué hora se habrá tenido que levantar. Tampoco sé la cantidad de horas que pasa delante de revistas o programas de moda para estar actualizada y tener una apariencia que sea afín a las últimas tendencias.

Evidentemente, el dinero que se gasta en peluquería, ropa y revistas lo tiene que sacar de algún sitio y algún trabajo a cambio hará. Ahora se me ocurre pensar que quizá tiene un-a asesor-a de imagen y personal 'shopper' que le minimiza el tiempo destinado a todo lo anterior.
 
En conclusión que si le quito todo eso, ¿se queda sin vida, se queda sin personalidad? Quiero decir, ¿en qué ocuparía su tiempo? ¿es su distracción peinarse, maquillarse e ir de compras?

Ahora mismo me siento un poco marciana. Me imagino los centros comerciales repletos de metrosexuales y metrosexualas perdiendo su tiempo cada mañana en elegir los productos adecuados para fijar su pelo, pintarse y vestirse. ¿De dónde sacan el tiempo? ¿Hacen algo más? Si dejaran de hacer eso, ¿qué harían? ¿Se sentirían vacíxs y sin sentido?

1 comentario:

José María Arroyo Bermúdez dijo...

Está claro Cris... nos hemos equivocado de era y de lugar.