jueves, julio 30, 2009

Mamotretos públicos

Mamotreto sinónimo de armatoste, objeto grande y de poca utilidad según la RAE.

Cuando empecé a ver el documental Marmotreto que denuncia las inversiones públicas destinadas a grandes infraestructuras que nunca se llegan a utilizar, acabar o que simplemente se abandonan; me vino a la mente una frase de Eugeni Bofill, una persona que tuve a oportunidad de conocer en un municipio de Girona: "las políticas basadas en la construcción de infraestructuras sólo denotan una marcada tendencia de derechas. Edificios para usos diversos y bien diferenciados: casales para gente mayor, centros cívicos para familias, salas para adolescentes... el encuentro intergeneracional e intercultural no puede darse, puesto que cada persona tiene su lugar. De este modo, se satisface a las personas que no tienen que hacer ningún ejercicio de convivencia entre diferentes, a las empresas que ganan dinero y crean puestos de trabajo, temporales, pero puestos de trabajo al fin y al cabo." Esa es la solución que se les ocurre a esas tendencias políticas. La no-inversión en infraestructuras para favorecer políticas más sociales y basadas e el beneficio comunitario está mal vista.

Vuelvo al tema sobre el cual quería tratar: la inversión pública en infraestructuras y al documental. Me sorprende el final del video, un señor de Badajoz se lamenta de que la central nuclear se parase y que la región dejase de tener vida. Este señor inició las obras de un hotel que nunca pudo abrir y ahora estaba vacío y abandonado. Dinero invertido y no compensado, se queja, y las personas que trabajaban en la obra - unas 5000, según el documental- se quedaron sin trabajo. A mi me viene a la mente otra duda, una vez transcurridas esas obras, qué hubiese pasado con todo ese personal. ¿La administración hubiese creado otra obra para mantener la economía local? ¿En base a qué se tendría que mantener?

Seguramente, hubiese pasado lo de siempre, las personas trabajadoras se hubiesen marchado a otra obra, dinamizarían otro territorio para abandonarlo de nuevo. ¿Y después? No hay después para los cargos políticos, cuatro años de mandato en los que hay que demostrar que la administración crea puestos de trabajo y dinamiza regiones abandonadas, ¿mediante qué? Mediante la cultura del ladrillo y cuando se acabe el último metro cuadrado por construir, cuando la burbuja inmobiliaria estalle, cuando... ¿qué pasará?

A nuestra cultura le falta visión de futuro y si la tiene, la obvia. Son muchas las personas que piensan que el sistema que estamos viviendo no puede seguir creciendo, son muchas las personas que creen que nuestro modelo de consumo tiene unos impactos irreversibles. Pero también hay mucha gente que piensa que cuando eso llegue ya se verá, ya se pondrá solución Mientras las políticas se deben dirigir a crear lugares de trabajo vinculados a la construcción. ¿Qué más podemos hacer? ¿Existe alguna otra forma de sobrevivir?

Pues bien, estamos a las puertas de ese momento. Lástima que estemos también a las puertas de una crisis sistémica[1] sin precedentes.

El objetivo que persigo con este post es hacer un llamamiento para la toma de conciencia a de las responsabilidades individuales. Se trata de hacerse cargo de nuestras iniciativas con visión de futuro y presente. Las políticas del pan para hoy, hambre para mañana ya no dan respuesta a la crisis actual. Las ayudas a la banca, a la empresa automobilística, a las empreses energéticas de gran escala no son la solución. El estado debe actuar, pero es la sociedad civil quien debe decidir como y seguir apoyando inversiones en infrasestructuras para dinamizar los territorios es un error cuyas repercusiones podemos ver en el documental Grandes infraestructuras que nadie puede mantener y que no aportan nada a la región o incluso la perjudican, como en el caso de Jánovas.

Referencias:
[1] Bonaiuti, M.
I paradossi de la Crescita
(2008)

No hay comentarios: